Para poder combatir la delincuencia hay que partir por reconocer que este es un problema social que tiene como base principal la inequidad económica producto de un sistema capitalista que tiene como único fin la acumulación monetaria desmedida de unos pocos en detrimento de la mayoría.
Si ponemos atención la mayoría de delincuentes en Puyo son jóvenes menores de edad quienes provienen de varias nacionalidades indígenas que con tanto orgullo pregonamos como principal recurso turístico cultural de la ciudad y de la provincia que sin embargo debida a la inequidad social ya mencionada se ven presionados a delinquir, en algunos casos influenciaos por malos elementos que producto del crecimiento urbano acelerado han llegado a nuestra ciudad, elementos que han organizado y han enseñado a delinquir a estos jóvenes. Como nos daremos cuenta estos jóvenes son víctimas de un sistema que ha permitido marginarlos, relegándolos a la miseria y a la pobreza, problema que tiene como única salida la atención prioritaria de estos grupos vulnerables en varios campos de acción como es la educación, salud, deportes y cultura; trabajo que le compete ejercer al gobierno nacional y sus ministerios correspondientes.
En el Barrio Central 12 de Mayo este problema ha venido incrementándose a unos niveles realmente insostenibles, muchos de los vecinos han sido y hemos sido víctimas de la delincuencia, como la mayoría sabemos estos puntos rojos son donde se concentran estos malos elementos, estos lugares están ubicados alrededor del Parque principal donde la falta de alumbrado público y mantenimiento de aceras, bordillos y adoquín han hecho perfectos escondites para los malhechores.
Este problema debe resolverse en gran medida con la voluntad de los vecinos, las medidas a corto plazo deben ser la plena identificación de estos puntos rojos en el barrio para emprender acciones eficaces a sabiendas que la delincuencia tiene ya un nivel de organización que no se tenía en otros tiempos; medidas como las que se han tomado en otras ciudades como Quito o Guayaquil parecieran ineficaces para detener la delincuencia, me refiero al Sistema Ojos de Águila que a pesar de monitorear los puntos rojos de la ciudad no ha parado de crecer los niveles de inseguridad , pareciera que entre más policías y sistemas de vigilancia existan, mayor es el grado de perfeccionamiento de los delincuentes.
Mi propuesta se basa en la toma del barrio de estos puntos rojos, una toma integral esto quiere decir que en un futuro cercano podamos convertir a esos puntos peligroso en sitios más humanos, más alegres, más vivos; en definitiva una toma cultural. Soy partidario de la teoría de que entra más educación y cultura podamos brindar a esos espacios olvidados menor será el grado de inseguridad.
Sin duda vecinos el Parque 12 de Mayo otrora sitio de concentración de nuestra población hoy se ha convertido en un sitio lúgubre y abandonado. Ahí donde inicio la historia de progreso de nuestra querida ciudad. Nuestro parque ha sido muchas veces maltratado por las diferentes administraciones municipales debido a la falta de atención, no ha existido la voluntad de emprender un proyecto socializado que mejore el ornato del barrio. Hoy el parque se ha convertido en guarida de la delincuencia, es aquí donde se reúnen y planifican sus fechorías.
La responsabilidad de que el parque tengo el aspecto actual es debido a esta administración municipal quién estuvo a cargo de la tala irresponsable en la mayoría de árboles atentando con el equilibrio ambiental e histórico del barrio, los vecinos nunca fuimos consultados sobre este acto que fue de repudio en el barrio; este es un acto que no se debe olvidar y que sobre todo no se debe dejar pasar por alto.
Con todos estos antecedentes propongo se institucionalice las jornadas culturales en el Parque 12 de Mayo jornadas que deberán darse por lo menos dos veces por semana la misma que debe componerse de actividades en la mañana y en la noche con la finalidad de incentivar a la niñez, juventud y familia del barrio a participar y compartir de estos eventos que tendrá presentaciones de música, danza, teatro, poesía, películas y juegos tradicionales, donde prevalezca los valores humanos y se reafirme la identidad del Chulla Puyence y del hombre y mujer amazónica.